Estaba tan cansada... tenía tanto sueño. Pero nada alcanzó... me despere muy temprano, intranquila. El celular (que juega las veces de despertador) no sonó -recién ahí intuí que era temprano-.
Con toda mi paciencia, lo encendí, haciendo caso omiso a las preocupaciones en mi cabeza. Y para mi sorpresa, había alguien que había estado intentando comunicarse conmigo, y todo el bla bla bla del celular informandote de ello.
Esto me generó más miedo... no entendí qué podía llegar a estar sucediendo...
A los pocos minutos cuando me propuse dejar de remolonear, y levantarme al fin, para despejar la mente, para dejar de dormir, ésta persona volvió a llamar. La noticia me perturbó, ahora enserio no entendía absolutamente nada. Bajé, llamé a mi progenitor, quien acudió de inmediato a la casa. Preparé desayuno para dos (café con leche para mí, café solo para él)
Llegó, hablamos, criticamos, nos quitamos nuestras dudas, desayunamos, compartimos unos minutos juntos, puteamos, comprendimos, y seguimos.
Fumé mucho a lo largo del dia, víctima de mi nerviosismo... pero con el correr de los minutos, todo iba quedando atrás.
Amanecí mal, café con leche, cigarrillos y abogados.
(por más personal que sea, he decidido compartirlo...gracias por el valor)
cosas que pasan... cuando nos volvemos importantes, o viejos.
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1 entes comentaron aqui:
¡A la miércole! ¿Qué pasó?
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