the day after today...

Anoche dormi mal, hay que poder admitir esas pequeñeces, me dolia mucho todo, el cuello no me daba ni para repuesto, sentia que la espalda se me caia a pedazos, la cabeza me estallaba cada 10 minutos (dato cronometrado) y encima estaba triste, triste porque no soporto pelear con la gente, triste porque no soporto que la gente no entienda como repercuten en otros su accionar, triste porque la gente de hoy en dia no piensa en el otro, sino en si mismo. En fin, estaba triste y dormí mal.
Desperté casi a los apurones, el telefonito, que ya solo se usa como despertador, no dejaba de sonar, irritantemente. Entonces, habiendo dormido mal, y despertado irritada, apagué el telefonito. Me cambié, y emprendí camino a la cocina, buscando mi tipico desayuno. Estaba todo dado, después del frio de ayer, solo quedaba sufrirlo una vez mas, pero habia un sol radiante, casi que el pulover me molestaba. Encendí la computadora (que sigue funcionando igual, o sea bien pero el monitor hace un ruidito como si fuese a estallar en mil pedacitos de un segundo al otro) Sin previo aviso vi la hora, hice el amuerzo, y me fui. Caminando con calorcito, y temprano, esa puta costumbre de llegar 10 o 15 minutos antes que me persigue y me condena. Entonces me siento y entiendo que yo estoy retorcida que siempre llego temprano, la gente común suele llegar un poquito tarde. Esperé hasta que se hizo la hora, y 15 minutos más. Mientras esperaba tenía los auriculares clavados en las orejas y el lápiz de plata clavado en mi mano, dibujando en el cuaderno que no estaba clavado a ningún lado porque las hojas se me escapaban con el primer vientito. Entonces noté que estaba refrescando y yo ahi, a la intemperie y desabrigada. La música me hizo sonreir dos o tres veces, me senti con fuerzas y esperé.


y esperé...

ya esperé que todo cambiara a tiempo ~ 

entonces entendi que la música estaba ahi por algo, siempre es por algo. ~ lo que nadie se imagina ~

y volví semi devastada, ahogada en mi paciencia, pasé por el kiosko y me llené los bolsillos de chocolates y pelotudeces dulces, solían decirme cuando era mas chica que solo los dulces quitan la amargura, por eso compré muchos. ~ y ahora estoy en mi lugar...~

Para mañana solo quiero levantarme y saber que no estoy empachada de tanto dulce. Relajar un poco la bodega donde reposan los pensamientos, y despertar un poco más tranquila.


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